sábado, 15 de febrero de 2014

El Potencial de la Ficción Especulativa


Ficción especulativa es un término general que abarca los géneros más fantásticos de
ficción, especialmente la ciencia ficción, fantasía, horror, ficción extraña,
ficción sobrenatural, superhéroe de ficción, ficción utópica y distópica,
apocalíptica y la ficción post-apocalíptica, y la historia alternativa en la
literatura, así como relación estática, movimiento y artes virtuales.

    Supongamos que la literatura, al igual que muchas otras disciplinas como el cine, la música, la danza y hasta la pintura, tiene dos facetas diferenciativas: entretenimiento y arte. Ciertamente, la línea es difusa en ciertos casos, cuando el arte entretiene y el entretenimiento instiga la alta sensación del arte. Pero, en líneas generales, no es difícil pensar un ejemplo. Por regla general, el entretenimiento está desprestigiado respecto al arte. Vende más, sí, porque no requiere tanta sensibilidad artística y tanto esfuerzo intelectual, ni producirlo ni consumirlo.
    Sin ahondar más en este concepto, ¿en cuál de las dos facetas se etiqueta a la Ficción Especulativa? Así, como género, olvidándonos de ejemplos concretos. La Ficción Especulativa parecer ser, casi por definición, puramente entretenimiento. Y, como a este, a menudo se le desdeña como algo inferior. Piensan los altos intelectuales y artistas que nada de interés relevante, intelectual o sensible pueden encontrar en una obra de Alta Fantasía o una Space Opera. No seré yo quien, en la mayoría de los casos, les quite la razón. Y sin embargo, estos entendidos parecen olvidar o renegar del hecho de que La Metamorfosis de Franz Kafka es, en su género, Fantasía, o que 1984 es Ciencia Ficción distópica, citando dos célebres ejemplos.
    Cualquier obra que se aleje del realismo crudo e introduzca un elemento imaginativo al contexto de la historia pasa a ser, sin ningún miramiento, catalogado como literatura inferior. Para niños, para jóvenes, para inadaptados que no quieren enfrentarse al mundo en el que vivimos, que se abandonan y escapan a su imaginación. Los niños grandes del patio leen a Hemingway.
    El objetivo de este ensayo es concienciar tanto a los que desdeñan este género como a los que sólo buscan entretenimiento del gran potencial de la Ficción Especulativa.
    La libertad de elegir cada aspecto del contexto en el que se desarrollan la historia y los personajes nos da tantas opciones que es difícil resistirse a aprovecharlas una vez se han reconocido. No fueron en su tiempo pocos los autores que disfrazaron de ficción críticas sociales que hubiesen sido censuradas de haber sido obvia su relación con la realidad. No sería de extrañar, por ejemplo, que en los próximos años las estanterías de las librerías españolas se sobrecargasen de obras que critiquen la situación política, económica y social que vivimos en estos momentos. La desigualdad de los estratos sociales y la perpetuación de las clases altas volverá con fuerza a través de la Alta Fantasía medieval; las revueltas del pueblo, y puede que la lucha de alguna región por independizarse de la opresora nación central inspiran ahora muchos lápices. Del mismo modo, es posible adoctrinar (o defender) una idea. Los ideales liberalistas de Terry Godkind se hacen patentes en La Espada de la Verdad y su velado ataque al comunismo déspota. George Martin en Canción de Hielo y Fuego retrata ferozmente cómo los poderosos olvidan que lo que gobiernan son personas, no monedas y espadas. Rebelión en la Granja, G. Orwell; no hace falta decir más.
    Es también interesante la capacidad experimental de la Ficción. Podemos crear un entorno que queramos explorar, como un laberinto para ratones en un laboratorio. Lanzar una serie de personajes a un contexto concienzudamente estudiado permite un profundo análisis psicológico, filosófico, moral y sociológico. Así hacen Collins en Los Juegos del Hambre y Huxley en Un Mundo Feliz. Al escritor le exige una capacidad de entendimiento de la naturaleza humana capaz de deducir el curso natural de un personaje en cierto entorno. Al lector, le ofrece una interpretación del ser humano que no habría podido disfrutar de otra manera.
    Es esencial, pues, para el creador una exploración exhaustiva de todos los aspectos que conforman un submundo de ficción y la habilidad de usar de forma correcta e ilustrativa el simbolismo. Mientras que la Ciencia-Ficción va ya por buen camino, el concepto de Fantasía debe expandirse más allá de las novelas de aventura caballeresca de magia y elfos. Deben madurar artistas y consumidores en la búsqueda de algo más, algo trascendente, algo que la Ficción Especulativa sin duda puede ofrecer y que aún queda ignorado y por explotar.

“Entretenido” e “interesante” no se anulan entre sí.

A.C.