1. Ve al Grano.
No pierdas el tiempo de tus lectores con explicaciones sobre el trasfondo
de la historia, largas introducciones o más largas anécdotas. Reduce el ruido.
Reduce los balbuceos. Vete al grano antes de que el lector pierda la paciencia.
2. Escribe un borrador. Después déjalo descansar.
Escribe un borrador y a continuación déjalo reposar en un cajón durante
unos días o meses antes de volver a leerlo. Después de esa lectura, todavía
debes dejar reposar el manuscrito un par de días antes de empezar a corregirlo.
Este modo de trabajar te permitirá alejarte de las ideas que tenías
cuando empezaste a trabajar en la historia, lo que te dará una perspectiva más
clara y objetiva del texto. Eso te facilitará corregir, añadir o cortar
(incluso ser implacable) y dará como resultado un texto mejor.
3. Reduce el texto.
Al revisar el texto es el momento de eliminar todas las palabras y frases
superfluas. De este modo el mensaje ganará en claridad y seguramente en fuerza
emotiva.
Eso sí, no elimines demasiado texto o puedes lograr el efecto contrario en
su lugar. Lo ideal, como aprendí gracias a una carta de rechazo, es reducir el
texto en torno a un 10%.
4. Que tu historia y personajes sean honestos y atraigan.
Por extraña que pueda ser la trama que presentes, no olvides que tus personajes
tienen que ser creíbles, normales, reales.
Una de las claves para lograrlo es tener una voz y unos personajes
honestos, con lado bueno y lado malo. Esto crea una fuerte conexión con el
lector que puede identificarse con sus defectos, pasiones, miedos,
debilidades y buenos momentos. Haz que tus personajes sean humanos.
Otra de las claves es mantener un estilo coloquial. Mantén la
sencillez y usa un lenguaje que no sea innecesariamente complicado. Usa las
palabras que primero te vengan a la mente.
5. No te preocupes demasiado por lo que puedan pensar los demás.
No debe importarte lo que digan tus conocidos, tu familia, tus lectores,
los editores que rechazan tus obras o la crítica. Siéntate a tu escritorio cada
día y escribe.
6. Lee mucho.
Cuando se lee siempre se cosecha algo. A veces puede ser un recordatorio de
lo que sabes que deberías estar haciendo mientras escribes. A veces es una idea
genial o simplemente la manera en que el escritor que lees construye la
atmósfera de su historia. A veces es algo totalmente nuevo que te deja con la
boca abierta. Y a veces se aprende lo que se debe evitar hacer. Casi siempre
hay lecciones que podemos aprender.
Si quieres ser un mejor escritor tienes que leer mucho para obtener nuevas
ideas, ampliar tus horizontes y profundizar en el conocimiento. Además, para
evolucionar como escritor es necesario que mezcles influencias para ver qué
pasa.
¿Cómo encontrar tiempo para leer más? Apaga la televisión. Aprovecha
cada instante. Lleva siempre un libro encima, que no te pille el diluvio sin un
libro bajo el brazo.
7. Escribe mucho.
«La única forma de aprender a escribir, es escribiendo»
He dejado el consejo más importante para el final. Para llegar a ser un
mejor escritor seguramente —aunque no suponga una sorpresa— necesitas
escribir más. Pasa de lo común a lo más extraño sin miedo, eso te ayudará a ser
mejor, a crecer y a madurar como escritor.
esto está bueno y me alegra saber que hago al menos 7 de los consejos citados... (ojalá esto me asegurara la fama y la gloria jajajaja... pues no dice cómo obtener su talento...) es broma.
ResponderBorrarGracias. ¿Cuál es la fuente de este texto? ¿Puedo copiarlo con los respectivos créditos en mi página?